5 ventajas del ozono industrial como desinfectante
El ozono industrial es conocido mundialmente como el oxidante más potente que se puede usar en el tratamiento del agua o del aire. Por tanto, no causa sorpresa que la industria lo haya implementado en sus labores de purificación, debido a que resulta especialmente adecuado para eliminación de contaminantes que pueden perjudicar el tiempo de vida de elementos orgánicos y por consiguiente en su color, olor y sabor. Son muchas sus ventajas como desinfectante y hoy te hablaremos de las 5 más importantes.
Ventajas del ozono industrial
Altas propiedades como desinfectante
Ciertamente, el ozono industrial ha encontrado un mayor uso y su nicho de mercado en la limpieza y desinfección de ambientes que requieran de altos estándares de salubridad como la alimentación o la agroindustria. Fomenta así la higienización y desodorización de todo tipo de locales, plantas, almacenes, entre otros, así como su posterior reutilización. Incluso, fue vital para combatir el coronavirus en la pandemia del 2020 y así evitar que las empresas vieran comprometidas sus actividades comerciales.
Acción inmediata
Indiferente de su concentración o del equipo del que dependan, el ozono tiene una acción muy rápida tanto en agua como en el aire, logrando erradicar hongos o bacterias sobre superficies o alimentos en menos de una hora. No genera malos olores, además se descompone al instante, llegando a perdurar en el ambiente un plazo de 20 a 60 minutos (es una molécula potente, pero inestable).
Ideal para la potabilización
Su uso como desinfectante de agua convierte al ozono industrial en un elemento clave para la recuperación de líquidos contaminados y su posterior potabilización. Pero, no solo eso. También es capaz de recuperar aguas para el riego y usos recreativos, como el lavado en la industria de alimentos, control de olores, de infecciones alimentarias, plantas de gestión de residuos y garantizar el control de la actividad microbiana.
Control de malos olores
Retomando el punto anterior, el ozono también puede usarse para el control de malos olores presentes la mayor parte del tiempo dentro de las fábricas. Para esto, se tiene que entender que pueden tener orígenes variados al ser una mezcla compleja de gases, vapores y polvo. Pues bien, el ozono presenta una conducta reactiva al entrar en contacto con sus moléculas, degradándolas para volver a su forma más estable de aire.
Mejora la calidad del aire
Finalmente, el ozono también tiene la capacidad de eliminar bacterias, virus y otros microorganismos presentes en el aire, mejorando su calidad y convirtiendo espacios cerrados en ambientes mucho más agradables para los trabajadores. Es un proceso rápido y no requiere mucho tiempo para obtener resultados. En general, una sesión puede durar entre 30 a 60 minutos dependiendo del tamaño del espacio.
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